Estamos a mudar o aspeto do site e adaptando-o a multilingue assim que pode haver coisas bem estranhas! Muito obrigado pela vossa paciência :)

Resilvestrar: Sanación, regeneración y transformación de la tierra (traducción do artigo “Rewilding”)

Queridos irmáns e irmás, compartimos esta traducción ó castelán feita pola irmá da sangha Isa Castañeda dun artigo reciente de Plum Village chamado “Rewilding: Healing, Regeneration and Transformation for the Land.”

Este artigo fala dunha nova visión para recuperar terras de cultivo e convertilas en bosques autóctonos. Expresa unha comprensión da Terra, e da intervención do ser humano nela, bastante inusual ó que estamos afeitos. Consideremos este texto especialmente valioso para a nosa sangha dado o valor que ten para nós o coidado da Nai Terra.

Que o gocedes.

Grandes apertas.

Texto orixinal en inglés: https://plumvillage.org/articles/rewilding-healing-regeneration-and-transformation-for-the-land/


Resilvestrar: Sanación, regeneración y transformación de la tierra.

Durante las negociaciones sobre el cambio climático, COP 26 en Glasgow, Escocia, hemos compartido la manera en la que nuestra comunidad en el Monasterio de Plum Village en Francia está realizando acciones para dar soluciones en este tiempo de urgencia climática y ecológica.

Ofrecemos una actualización de Mick McEvoy quien además gestiona el proyecto agrícola regenerativo Happy Farm.

Ayudar a la Naturaleza a sanar

Además de gestionar Happy Farm, también presto servicio al equipo de hermanos monásticos en Upper Hamlet, para cuidar de la tierra en nuestro Hamlet. En los últimos años, Upper Hamlet ha comprado aproximadamente 47 acres (19 hectáreas) que previamente eran tierra dedicada a la agricultura y pequeñas porciones de bosque caduco autóctono que colindaban con la propiedad existente.

Este terreno agrícola estaba cansado. El suelo estaba estresado, era terreno cultivable y plantado cada año por granjeros del lugar en una rotación anual -produciendo trigo un año, y al siguiente pipas de girasol para aceite y al siguiente maíz para los animales. En Europa, ha habido históricamente una sobreproducción de estos cultivos debido a políticas agrícolas. La comunidad diseñó y se puso de acuerdo para crear un plan en 2019 con el que gestionar estas nuevas tierras de tamaño considerable. Juntos tuvimos la aspiración de ayudar a la tierra a sanar. A regenerarse, a transformarse. Resilvestraremos esta tierra.

Sabemos que estamos en medio de una serie de emergencias: climáticas, ecológicas y sociales.

Juntos en comunidad, deseamos tomar acciones concretas sobre el terreno de nuestro hogar, aquí en Plum Village, para contribuir a sofocar esas llamas de emergencia a medida que el gran desenlace se revela ante nosotros.

En Plum Village ya estamos bendecidos con una preciosa y significativa cantidad de bosque autóctono caducifolio y diverso, teniendo el roble como especie más representativa. Todos sabemos que en esta era de grandes deforestaciones globales, cuantos más arboles haya mejor, pero recientemente la ciencia ha probado que los árboles pueden crear un gran impacto en la reducción de emisiones de carbono de manera global. Con la adquisición de esta nueva tierra, tuvimos la oportunidad de ayudar. El gran voto del bodhisattva afirma que aspiraremos a traer felicidad a todos los seres vivos. Por lo tanto todos nuestros esfuerzos para resilvestrar y regenerar una gran cantidad de bosque de roble autóctono, no son simplemente para contribuir a la reducción de las emisiones de carbono sino para concretar acciones con las que actuar ante esta emergencia ecológica.

Recientemente con muchas manos y con gran amoroso, reconfortante (a veces) y sudoroso trabajo, hemos completado la construcción de una valla alimentada de electricidad solar para mantener al ciervo salvaje fuera de esta porción de tierra. Este terreno vallado, será resilvestrado. Seguirá el proceso a través de la regeneración natural, transformación y sanación y el culmen final será el nicho ecológico de un bosque autóctono caducifolio. El ciervo pastaría una cantidad de veces considerable durante en esta regeneración natural y ralentizaría el proceso de reforestación de forma significativa, así que hemos decidido dejarlo al otro lado de la valla de estas tierras. La intención es que el bosque latifoliado (bosque tropical húmedo o selva) nativo se regenere naturalmente. Esto es posible y la tasa de regeneración forestal del bosque autóctono en esta región de Francia es muy rápida. El área que hemos vallado es de 10 acres o 4 hectáreas y cerca de 2km de vallado. El vallado es temporal y no estará por más de 10 años.

El método es conocido como regeneración forestal. A diferencia del método de plantación activa de árboles, a los árboles se les permite volver a crecer espontáneamente, o con intervención humana limitada, en la tierra donde el bosque original ha sido eliminado para usos tales como la agricultura. Los árboles crecen a partir de semillas sopladas por el viento, transportadas allí por animales o pájaros (como el arrendajo, especie autóctona), o a partir de partes de plantas como tallos, hojas o raíces. Por esta razón, el potencial más grande para la regeneración natural, está en áreas cerca de bosques existentes de los cuales somos afortunados de estar rodeados. Tenemos robles majestuosos, fresnos, carpes, olmos, álamos, sauces, espinos, arces de campo, endrinos, manzanos silvestres y muchas más especies.

No quiere decir necesariamente, sentarse y dejar a la naturaleza seguir su curso, alguna intervención es necesaria y en nuestro caso, es mantener animales de pasto fuera del terreno, como el ciervo salvaje. Esto es necesario para dar un empujón inicial al proceso natural. Se conoce como regeneración natural asistida. La restauración forestal es fundamentalmente natural, y los humanos pueden asistir, pero debería ser un proceso gestionado por la naturaleza mediante procesos naturales.

Al trabajar de esta manera con la tierra, las distintas especies de árboles elegirán en dónde desean crecer y en qué comunidades y qué relaciones quieren establecer. Como nosotros, personas que vivimos en Plum Village, ellos encontrarán y crearán armonía los unos con los otros. A medida que la naturaleza vaya creando esta comunidad, ocurrirán ciertos beneficios fantásticos. No necesitaremos regarlos, podarlos o quitarles la maleza alrededor. Los bosques y árboles naturalmente regenerados son súper resilientes a la sequía, a las plagas y a las enfermedades, mucho más que los árboles plantados por humanos. Estudios recientes han mostrado que la regeneración natural puede potencialmente absorber 40 veces más carbono que las plantaciones de árboles plantados por manos humanas.

Los bosques jóvenes regenerados tienen la capacidad de absorber dos toneladas y media de carbono de la atmósfera por acre cada año. Por lo tanto, potencialmente, nuestro nuevo bosque puede secuestrar 25 toneladas de carbono al año. Pero como he compartido antes, no hacemos esto simplemente por el carbono: Resilvestrando estamos creando un hábitat, lo que literalmente significa, un hogar. Estamos en el medio de la extinción masiva de seres vivos provocada por los seres humanos. Al resilvestrar, estamos creando hogares para incontables seres vivos.

En los próximos años quizás plantemos pequeñas cantidades de árboles autóctonos con nuestra comunidad y con visitantes durante los retiros y los talleres de ecología profunda, pero serán en cantidades muy pequeñas.

Ahora, después de nuestra intervención con la construcción de la valla para prevenir la entrada del ciervo, nuestro papel como seres humanos es apartarnos y dejar a la Madre Tierra regenerar, sanar y transformar el terreno. Thich Nhat Hanh nos enseña que “No hacer nada es hacer algo”.

Upper Hamlet: Reserva de Vida Salvaje

Además de este nuevo esfuerzo de resilvestrar, es importante compartir el Upper Hamlet.

Plum Village es por supuesto un monasterio y un centro de práctica de la conciencia plena, pero también es esencialmente una gran reserva de vida salvaje. El área total de Upper Hamlet es de 76 hectáreas, unos 76.000m2 o 187 acres. De este terreno, el 41% ya es bosque autóctono de roble, el 19% es bosque de pino y solo el 8% es nuestra zona de residencia de la cual gran parte está formada por preciosos jardines, el 7% son hábitats acuáticos como el de West Lake, el cual es hogar del elegante y esquivo martín pescador y de serpientes de la hierba de las orillas que nadan para alimentarse de los renacuajos en primavera.

Finalmente, nos queda el 25%, que son nuestros nuevos 47 acres de terreno. Este terreno se resilvestrará, regenerará, se transformará y sanará. Actuamos para nuestra Madre Tierra y para todas las especies que son nuestras hermanas y hermanos.

La emergencia ecológica no está separada de la emergencia social

En términos de emergencia social a la que nos enfrentamos como especie humana, observamos que resilvestrando estas tierras en Plum Village, nuestra comunidad puede ayudar de una manera significativa a aquellos que quieran pasar tiempo aquí, en estas tierras. Muchos de nosotros tenemos estilos de vida y rutinas que nos han desconectado, separado y fracturado del mundo natural. Más crónica incluso es la desconexión de nuestras mentes y cuerpos del hecho de que nosotros, los humanos, también somos parte de este mundo natural. Thich Nhat Hanh nos enseña que “somos la tierra que nos lleva”. Nuestra sociedad moderna ha puesto tanto énfasis en el cultivo del yo y de las necesidades de ese yo, que nos olvidamos de que somos esta tierra, somos el cielo. Simplemente dando acceso a las personas a estas tierras en nuestra comunidad y a las personas que vienen a compartir la práctica con nosotros en Plum Village, creando y manteniendo preciosos senderos a lo largo del bosque así como se va regenerando, sanando y resilvestrando, nos permite una reconexión profunda e íntima con la Madre Tierra y con el hecho de que estamos en la Tierra. Esta experiencia tiene el potencial radical para todos nosotros de disolver la noción de la separación del yo y de volver a casa a nuestros cuerpos cósmicos, estando y siendo parte del mundo natural. Esta es la panacea para nuestra desconexión social.