La atención plena es una energía que generamos cuando ponemos nuestra mente en contacto con lo que ocurre en el momento presente, dentro de nosotros y a nuestro alrededor.
Esta energía nos ayuda a tocar la vida profundamente a lo largo del día: cuando nos lavamos los dientes, fregamos los platos, vamos andando al trabajo, comemos o conducimos el coche. Podemos ser conscientes mientras estamos de pie, caminando o tumbados. Es un arte encontrar formas creativas de generar la energía de la atención plena, la paz y la felicidad en la vida cotidiana.
Cuando hablamos de mindfulness, siempre se trata de mindfulness de algo. En nuestra tradición, la práctica de la atención plena comienza con la atención a la respiración. Cuando inhalamos, simplemente nos damos cuenta de que estamos inhalando, y cuando exhalamos, nos damos cuenta de que estamos exhalando. Puede resultar más relajante y agradable seguir el flujo de nuestra respiración de forma natural, entrando y saliendo de nuestro cuerpo. Podemos elegir seguir la respiración en el vientre o en las fosas nasales. Cuando el aire entra en nuestro cuerpo, podemos sentir cómo refresca cada célula, y cuando el aire sale de nuestro cuerpo, podemos relajar suavemente cualquier tensión que sintamos.
En el Sutra de la Plena Consciencia de la Respiración, Buda enseña el siguiente método de 16 respiraciones:
- Inhalando, soy consciente de mi inhalación. Exhalando, soy consciente de mi exhalación.
- Inhalando profundamente, soy consciente de que estoy inhalando profundamente. Exhalando lentamente, soy consciente de que exhalo lentamente.
- Inhalando, soy consciente de mi cuerpo. Exhalando, soy consciente de mi cuerpo.
- Inhalando, calmo mi cuerpo. Exhalando, relajo mi cuerpo.
- Inhalando, me siento feliz. Exhalando, me siento feliz.
- Inhalando, me siento feliz. Exhalando, me siento feliz.
- Inhalando, soy consciente de mis formaciones mentales. Exhalando, soy consciente de mis formaciones mentales.
- Inhalando, serena mis formaciones mentales. Exhalando, serena mis formaciones mentales.
- Inhalando, soy consciente de mi mente. Exhalando, soy consciente de mi mente.
- Inhalando, hago feliz a mi mente. Exhalando, hago feliz a mi mente.
- Inhalando, concentro mi mente. Exhalando, concentro mi mente.
- Inhalando, libero mi mente. Exhalando, libero mi mente.
- Inhalando, contemplo la impermanencia de todos los dharmas. Exhalando, contemplo la impermanencia de todos los dharmas.
- Inhalando, contemplo la desaparición del apego. Exhalando, contemplo la desaparición del apego.
- Inhalando, contemplo el no nacimiento y la no muerte de todos los fenómenos. Exhalando, contemplo el no nacimiento y la no muerte de todos los fenómenos.
- Inhalando, contemplo el dejarme llevar. Exhalando, contemplo la posibilidad de soltar.
Seguir nuestra inhalación y exhalación nos devuelve al momento presente. Nuestra respiración es un terreno sólido y estable en el que siempre podemos refugiarnos. Siempre que nos dejemos llevar por la culpa por algo que ocurrió en el pasado, o por nuestros miedos y ansiedades sobre el futuro, podemos volver a nuestra respiración y restablecernos en el momento presente. No necesitamos controlar nuestra respiración de ninguna manera. Simplemente la contemplamos tal como es.
Cuando somos conscientes de nuestra respiración, ya estamos despiertos. Para ser plenamente conscientes durante mucho tiempo, debemos observar continuamente nuestra respiración.
Canto de los 16 Ejercicios de Respiración Consciente: https://www.youtube.com/watch?v=rsQiisUbhHI
Para más información:
Explicación de la CBI sobre la práctica de la respiración consciente
Sutra de la Plena Consciencia de la Respiración
También están disponibles los siguientes libros:
El florecer del loto (Thich Nhat Hanh)
El milagro del mindfulness (Thich Nhat Hanh)
Felicidad (Thich Nhat Hanh)